La Economía En Republica Dominicana
Economía de la República Dominicana
Economía de la República Dominicana | ||
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![]() Bandera | ||
Santo Domingo, principal centro financiero del país. | ||
Moneda | Peso dominicano (DOP, RD$) | |
Año fiscal | año calendario | |
Banco central | Banco Central de la República Dominicana | |
Organizaciones | ||
Mercado de valores | Bolsa de Valores de la República Domoinicana | |
Estadísticas | ||
PIB (nominal) | US$ 125 600 millones (2022)1 (61.º) | |
PIB (PPA) | US$ 254 990 millones (2022)1 (60.º) | |
Variación del PIB |
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PIB per cápita (nominal) | US$ 10.269 (Nominal - 2022) 1 US$ 23.988 (PPA - 2022) 1 | |
Tasa de cambio | 1 USD$ = 56.88 RD$ 1 EUR€ = 67.83 RD$ | |
Inflación (IPC) | 8.8% (2022) | |
IDH | Alto (0,756) | |
Población bajo la línea de pobreza | 23,2% | |
Coef. de Gini | 0.40 | |
Fuerza Laboral | 5.000.978 de personas (2016)3 | |
Desempleo | 5.00% (2022) | |
Comercio | ||
Exportaciones | USD 12 900 millones (2021) | |
Productos exportados | Equipos médicos, microprocesadores, farmacéuticos, componentes electrónicos, oro, plata, níquel ,mármol, fertilizantes, agropecuarios, textil. | |
Destino de exportaciones |
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Importaciones | USD 24 500 millones (2021) | |
Productos importados | Petróleo refinado, automóviles, gas natural, trigo, maíz | |
Origen de importaciones | ||
Finanzas Públicas | ||
Deuda externa privada | USD$ 3,699.1 millones | |
Deuda externa pública | USD$ 15,849.2 millones | |
Reservas internacionales | US$ 11,963 millones (marzo de 2021)6 | |
Salvo que se indique lo contrario, los valores están expresados en dólares estadounidenses | ||
La Economía de la República Dominicana es la 7.ª economía de América Latina, siendo también a la vez la más grande e importante de toda Centro América y el Caribe ocupando el primer puesto y obteniendo el liderazgo regional. Desde el año 2012 la economía Dominicana es la de mayor crecimiento de toda América Latina. Según muestran los últimos datos, el PIB de la economía dominicana ha crecido en promedio en un 6,37% durante la Década de 1970, un 3,80% durante la Década de 1980, un 4,98% durante la Década de 1990, un 4,31% durante la Década de 2000 y un 5,63% durante la Década de 2010
Debido al fuerte y constante crecimiento económico que tuvo durante varias décadas (arriba del 4%), ha logrado que República Dominicana se convierta en un país de "ingreso medio-alto" según el Banco Mundial y se ha clasificado en el grupo de países con un Índice de Desarrollo Humano "Alto" según las Naciones Unidas, diferenciándose de otros países cercanos de la región como Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua o Haití. La República Dominicana es uno de los países que ha sido capaz de desarrollar una poderosa clase media Dominicana, con capacidad de adquirir una gran variedad de bienes y servicios, siendo esto muy notable en la isla caribeña y acapara alrededor del 70% de la isla. Esta clase social se ha desarrollado con base en una gran variedad de profesionales en todas las áreas del conocimiento humano y una clase empresarial consolidada como la más poderosa de la región Caribe y Centroamérica.
En República Dominicana las pequeñas y medianas empresas poseen una estabilidad de crecimiento continuo y cuenta con el respaldo del Estado para su desarrolló y expansión. Siendo el Estado consciente de ello su política se ha girado en torno a invertir grandes sumas de dinero en la educación de los dominicanos para lograr una mano de obra cualificada y reducir las desigualdades, mientras que al mismo tiempo el desarrollo de nuevas empresas y la atracción de inversionistas es una política primaria para el estado.
La economía dominicana depende principalmente del comercio exterior, los servicios, la minería, la industria farmacéutica, componentes electrónicos, equipos médicos, minería, textil y calzado y el turismo, siendo estos sectores los pilares de una economía diversificada y una industria altamente desarrollada.
En los últimos años, República Dominicana se ha posicionado como una potencia turística de toda Centroamérica y el Caribe, logrando que más de 7 millones de turistas visiten el país en el año 2018.
En la actualidad, República Dominicana es el mayor receptor de inversiones extranjeras de Centroamérica y el Caribe. El país atrae año tras año a grandes capitales extranjeros, corporaciones y transnacionales debido a la estabilidad política y económica, pero sobre todo a su posición geográfica en el centro del continente. Además, el país cuenta con grandes yacimientos mineros de oro, plata, níquel, mármol y ámbar. También cuenta con la mejor infraestructura del Caribe y es considerado en la actualidad como el Singapur del Caribe a nivel de infraestructuras, y en términos de consumo, cuenta aproximadamente con más de 7 millones de consumidores potenciales internos y con más de 900 millones de consumidores externos, todo esto gracias a los tratados de libre comercio con naciones económicamente más desarrolladas.7
Historia
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En la segunda mitad del siglo xix la economía dominicana se caracterizó por el incremento exorbitante en la masa monetaria por la frecuente introducción de nuevos conos monetarios para enfrentar la constante hiperinflación, en ocasiones circulando varias monedas nacionales juntas (reales y pesos), alcanzando su punto más álgido la hiperinflación de 1857 que provocó la Revolución Cibaeña que derrocó al presidente Buenaventura Báez.8
De 1903 a 1947 el [[dólar de los estados americanos] fue la moneda oficial del país, período que se caracterizó por la estabilidad macroeconómica. En 1947 se crea el "peso oro", nominalmente convertible al oro y al dólar estadounidense gracias a los Acuerdos de Bretton Woods; esta moneda tendría un valor fijo en paridad con el dólar hasta la década de 1970 (poco después de la crisis del dólar de 1971), cuando empezó una leve devaluación del peso oro.
La depresión económica durante la segunda mitad de los 80 y principios de los 90, durante la cual el PIB se contrajo un 5 %, la inflación alcanzó el 100% y la moneda se devaluó a 1.56 pesos oro por 1 dólar en 1982, 4×1 en 1987, 13 pesos oro por 1 dólar en 1996 y 16×1 en 2000. A partir de 1995 la República Dominicana entró en un período de crecimiento moderado y disminuyente inflación hasta 2002, luego del cual, la economía entró en recesión. El PIB se contrajo un 1% en 2003, mientras la inflación se disparó por encima del 27% y la prima del dólar se situó a 50×1.
A pesar de un creciente déficit comercial, el turismo y las remesas han ayudado a obtener reservas en moneda extranjera. En la actualidad, las remesas provenientes de EUA, Europa y otros países, constituyen parte de la economía nacional.
Según el Informe Nacional de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, República Dominicana 2005,[1] establece que este país se ha insertado en la economía mundial de manera social y políticamente excluyente, conociendo tasas de crecimiento económico promedio anual en los últimos años por encima del 5%. Sin embargo, el carácter excluyente del modelo económico que se ha impuesto, no ha traducido este crecimiento al bienestar de la población. Al contrario, señala el Informe, República Dominicana, en el año 2002 era el país número 13 (de un total de 177 en el mundo) que menos había aprovechado para mejorar el posicionamiento en el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Con esto se puede hablar de un fracaso de las élites políticas de los últimos 50 años en conducir a su población a estados de bienestar y seguridad. Por igual, el Informe deja claramente establecido, que el problema de la economía dominicana no es de inserción en mercados, sino de estrategias de competitividad que debieran estar asociados al bienestar de su población.
El Informe establece que la "causa principal de la pobreza dominicana y del bajo desarrollo humano relativo no es la falta de financiamiento y de recursos económicos, sino el escaso compromiso con el progreso colectivo del liderazgo nacional y empresarial durante las últimas décadas y la ausencia de un pacto social y de empoderamiento de los sectores mayoritarios de la sociedad dominicana".c
En diciembre de 1996, el entonces entrante presidente Leonel Fernández, presentó un paquete de reformas - incluyendo la devaluación del peso, reducción en las tarifas de importación e incremento en el precio de los combustibles - en un intento de crear una economía orientada al mercado que pueda competir internacionalmente.
Entre 2000 y 2004, el gobierno de Hipólito Mejía, introdujo cambios que impactaron a la economía dominicana. Relegación de reformas que estaban en curso, desaceleración de la oferta exportable (algo que ya había comenzado en el anterior gobierno de Fernández), y sobre todo, la crisis cambiaria y bancaria (el tercer banco y grupo financiero del país: el BANINTER; y dos grupos financieros bancos más, conocieron una quiebra que ascendió a cerca del 15-20% del PIB anual), unido a la corrupción administrativa generalizada y asociada a estas quiebras, y debido a la acentuación de la crisis del sector eléctrico, compendian un cambio de naturaleza nunca vista en la economía dominicana. La magnitud de la crisis hizo colapsar sectores completos de la economía, y se estima, que entre un 12 a un 15% de la población pasó de ser pobre a muy pobre o indigente. Esto significa cerca de 2 millones de personas.
Aunque la economía ha comenzado a crecer bajo la nueva administración de Fernández que se inició en agosto de 2004, construcción, turismo y telecomunicaciones son los sectores que están a la vanguardia.
Sin embargo, no hay que olvidar lo sostenido por el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005 del PNUD/RD, cuando señala que el modelo actual de turismo no constituye, a pesar de su vigor, una propuesta sostenible, y que si el mismo "no se modifica, se agota". Por lo cual, queda como asignatura pendiente en el país, que el liderazgo nacional discuta a fondo cuál será esa modificación que hay que hacerle a este sector pujante de la economía dominicana.
Según el citado Informe, las externalidades negativas relacionadas con: la inseguridad ciudadana, el detrioro medioambiental (que va desde desmonte de áreas protegidas, destrucción de hábitats de especies endémicas, hasta el uso de fuentes de agua para propósito de desechos y destrucción de manglares y de ámbitos marinos), la especulación inmobiliaria, y sobre todo, la exclusión de la población dominicana y su valor agregado al contexto de la actividad turística, son factores de mediano y largo plazo que "harán insostenible en el tiempo esta actividad". Más aún, con la fuerte competencia que el mismo entraña en el ámbito caribeño.
Resultó paradójico, irónico y sorprendente en el ámbito nacional e internacional, que apenas a dos meses de publicado el Informe del PNUD, en el que se demostraba técnicamente la inviabilidad de este modelo de turismo a largo o mediano plazo, bajo el subtítulo en el capítulo III de "El Turismo: Si No se Modifica, Se Agota" el propio Ministerio de Turismo (Secretaría de Estado), lanzara una campaña internacional de promoción turística en la cual, su eslogan principal dice: "República Dominicana: Lo tiene todo".
La actual administración está trabajando para incrementar la capacidad de producción de energía eléctrica, pieza clave para el crecimiento económico continuado, aunque su problema principal no es de generación sino de financiamiento. La compañía eléctrica estatal, fue privatizada, luego de numerosos retrasos. Proceso que se había iniciado en la pasada Administración de Fernández, y que en la de Mejía, tomó forma y se ejecutó, no sin infundirle su particular sello a dicha ejecución.
Sin embargo, luego de múltiples retrasos, posponiéndose soluciones, de préstamos internacionales (Banco Mundial y otros), la superación del déficit del suministro energético, parece estar aún muy lejana. El Acuerdo de Madrid, mediante el cual, el país re-compró las empresas distribuidoras de energía, y se planteó a largo plazo el pago de las deudas en el sector eléctrico (al 2015), no dejan mentir respecto al hecho de que las medidas actuales, son apenas un paliativo a la difícil situación del sector.
Economía en el siglo XX
Después de la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, América Latina se desarrolló a base de exportaciones de materias primas a Europa y a los Estados Unidos. El crecimiento de estas economías al basarse en el comercio internacional de bienes y servicios, podía sufrir consecuencias por factores exógenos. Y así fue, durante la primera mitad de siglo se dieron tres grandes crisis a nivel mundial, que cambiarían la economía global, y dentro de esta la de la República Dominicana. Las tres crisis fueron: I Guerra Mundial (1914-1919), Gran Depresión (1929-1933) y la II Guerra Mundial (1939-1945).
Si analizamos el impacto de estas crisis, según la base de datos Oxlad de R. Throp, podemos decir que sin lugar a dudas la crisis que más impacto tuvo fue la Primera Guerra Mundial. Aunque América Latina no participó directamente en ella, tuvo sus repercusiones en sus países, ya que se seguía comerciando con los países en guerra. Las operaciones comerciales (importaciones y exportaciones) se dispararon, pero en los años de posguerra cayeron en picado. A la República Dominicana le costo recuperarse.
Pero, con la Gran Depresión o Crack del 29, las importaciones, exportaciones e impuestos aduaneros empezaron a caer otra vez, hasta llegar a niveles de principio de siglo.9 Ya que, los países en crisis eran los principales compradores de los dominicanos, y estos no tenían dinero en este momento.
Finalmente, con la II Guerra Mundial, se dispararon las exportaciones de los dominicanos, ya que muchos países latinoamericanos tenían recursos para vender a los países en guerra.9
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